Para FENAPES la política educativa que ha instalado el nuevo gobierno implica un riesgo importante para la sociedad uruguaya ya que consideran que es un desmantelamiento de la educación pública.
El presidente de esta Federación, José Olivera, indicó que “todo esto tiene contacto con la Ley de Urgente Consideración y también con la otra ley que se aprobó el año pasado que es el presupuesto del Estado.
Por esto hay que advertirle a la sociedad de dos grandes riesgos, ya que por un lado no se pudo garantizar por parte de las jerarquías el derecho a la educación presencial en el marco de la pandemia y esto obedece básicamente a dos elementos y uno es la impericia de la propia administración que no adoptó en tiempo y forma soluciones para garantizar esa presencialidad y en segundo lugar por las consecuencias que tiene el recorte presupuestal promovido por el gobierno el año pasado y aprobado por el Parlamento, incluso con la anuencia de las propias jerarquías de la educación.
Ese recorte ya está teniendo efectos en el presente año; se puede apreciar por ejemplo en el aumento de estudiantes por grupo ya que este año en todos los tramos del sistema educativo hay menos grupos, lo que implica que existan dificultades para poner en práctica las medidas sanitarias, también hay falta de funcionarios, particularmente los de servicio, de maestros, de cargos importantes en el acompañamiento del estudiante y la familia y otro de los elementos son los inconvenientes que se observan en las infraestructuras y pese a que se anunciaron para este año intervenciones a nivel edilicio, hasta el momento no se han concretado.
De esta manera, la impericia de las jerarquías y el recorte presupuestal confabularon para que no se pudiera garantizar la educación presencial en pandemia y hoy tenemos centenares y miles de estudiantes que no están pudiendo ejercer su derecho a la educación y esto es responsabilidad del Estado y de las autoridades que están al frente de las instituciones educativas.
Sabemos que no es posible la educación virtual, ni desde el punto de vista técnico-pedagógico, ni de la infraestructura o de las condiciones materiales de las familias y de los propios estudiantes. La presencialidad es un elemento sustantivo en los procesos de enseñanza y aprendizaje y prácticamente es imposible decir que la virtualidad se puede llevar adelante en educación Inicial y Primaria.
A nivel de las familias de los estudiantes sabemos que muchos no cuentan con la infraestructura para que los chicos puedan acceder a las clases y tampoco pueden estar pensando cómo lograrlo, porque primero deben tratar de solucionar la alimentación básica para ellos, dado que son integrantes de ese grupo de uruguayos que están pasando mal, que no tienen trabajo y forman parte de esos 100 mil nuevos pobres que se han detectado en los últimos meses. De esta forma, vemos que se está ensanchando la brecha entre ricos y pobres y de esta manera, también se ensancha la brecha entre quienes pueden seguir vinculados a los centros educativos desde la virtualidad y quienes no lo pueden hacer, particularmente por la carencia de materiales”.
Olivera también fue consultado sobre si estando prácticamente a mitad del año, están todos los cargos otorgados o aún hay asignaturas a las que no se les han designado docentes.
Al respecto expresó que “el aumento del desempleo y del subempleo en la educación es producto de los recortes. No todos los cargos están asignados y particularmente hay tres departamentos como Montevideo, Maldonado y Canelones que siguen con cargos vacantes, aunque reconocemos que en los restantes puntos del país también se da la situación que quedan algunas horas sin cubrir a esta altura del año”.
¿FENAPES va a realizar un estudio para conocer cómo está incidiendo la educación virtual y las pérdidas que puede generar esto en materia educativa?
“En los próximos días vamos a estar celebrando un convenio interinstitucional entre FENAPES y la Universidad de la República a través de la Facultad de Humanidades, especialmente desde el Instituto de Educación el que durante dos años estará asesorando a un grupo de académicos que no sólo van a trabajar en la elaboración de nuevas propuestas educativas, sino que también va a realizar un diagnóstico porque tenemos que saber cómo en un futuro van a repercutir todos esos conocimientos que los estudiantes no han podido lograr en el pasado año y el presente. Reconocemos que habrá repercusiones a mediano y largo plazo y esa será una de las líneas de trabajo que se le encargará a este grupo de cuatro académicos para proponer a fin de año líneas de trabajo con miras al 2022, porque entendemos que habrá que tomar algunas políticas compensatorias”.